La muerte en República Dominicana

En República Dominicana se considera a noviembre como el mes de los muertos. Debido a las características de nuestra religiosidad popular, con herencia africana y española, existen diferentes ceremonias que los dominicanos tenemos la costumbre de realizar cuando fallece una persona.

Culto al Barón del cementerio: 
De acuerdo al sociólogo Carlos Andújar, este culto es la manifestación más popular del vudú dominicano. Se realiza en el cementerio, en la tumba de la primera persona enterrada en el lugar, conocida como el Barón del Cementerio. No importa si quién falleció era un hombre o una mujer. 
​Es conocido como San Elías, y sus colores son el negro y blanco con una cruz en la espalda.

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Rezos de los nueve días:
Esta especie de ceremonia se efectúa después que se vela el cadáver. Durante estos días se realizan rezos y se brinda café. También se entregan recordatorios con la foto del difunto y la fecha de su muerte.

Cabo de año:
De acuerdo a la tradición esta celebración se realiza con el primer aniversario de la muerte de una persona. Generalmente dura un día, en el que se reza en honor al fallecido, y se ofrece comida, brindis y recordatorios.
En algunas zonas del país se celebra a ritmo de música de palos, bailes y posesión del alma del difunto.

Banco de palos:
Un culto que se realiza en comunidades especificas de República Dominicana, en especial Villa Mella, un área con fuerte herencia africana. Esta celebración no tiene una fecha específica, por lo que varía de los cuatro a siete años.
En esta celebración, los familiares del difunto se quitan el luto.

Baquiní:
Algunas personas dicen que esta celebración viene de España, otras que la heredamos de África Occidental. En todo caso, este es el velorio de un niño muerto antes de haber cumplido los ocho años de edad.
Se dice que cuando el infante muere va directamente al cielo y por esta razón este velatorio es una especie de celebración en la que se canta y se realizan algunos juegos.