La soñadora con los pies sobre la tierra

Cada año, varios cineastas dominicanos emigran hacia otras latitudes en busca de expandir sus horizontes.
Algunos, lo hacen con la esperanza de volver, mientras que otros deciden aventurarse para siempre en tierras extranjeras.
En el caso de la productora Wendy Espinal mudarse a España le permitió lograr triunfos que le suman a su carrera y que le permiten aportar los conocimientos adquiridos en esa nación al cine de República Dominicana.

¿Qué te motivó a partir al extranjero? 
Siempre he sido muy inquieta y curiosa, por lo que viajar es una de las cosas que más disfruto en la vida. Así que fue bastante orgánico para mí desear vivir en otros países y conocer otras culturas desde dentro. Luego se me fueron dando oportunidades profesionales importantes que decidí tomar y así han ido pasando los años.
¿Cómo ha sido la experiencia de ser cineasta en el exterior? Muy enriquecedora. Tener la oportunidad de tomar experiencia en varios países, en sociedades y culturas distintas, con historias, trayectorias, ritmos, formas de trabajo y niveles de exigencia también distintos, siempre será de mucho provecho a nivel profesional y creativo.


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¿Qué te gustaría aportar al cine dominicano? 
Estoy en este medio porque me interesa observar la vida, las situaciones sociales, conectar, proponer reflexión, tocar individuos y colectivos, compartir, intercambiar puntos de vista… Me inclino por el cine lleno de sensibilidad, atención en el detalle, fuerza y coraje, que invite al espectador a reflexionar y a viajar, interna y externamente, mientras se deja tocar los sentidos por los personajes, sus historias y los temas de los que quiere hablar el autor.
Si logro generar un poco de esto a través de los proyectos en que me involucre, me sentiré muy satisfecha.    

¿Es necesario seguir una educación académica para dedicarse a hacer cine? 
Pienso que, como en cualquier disciplina artística, la formación académica no es imprescindible, pero ayuda enormemente a pulir el talento, la mirada, a desarrollar la inquietud y las iniciativas creativas que uno tenga.
Siempre lo más importante será acercarse al oficio con empeño, respeto y los sentidos completamente abiertos para aprender y compartir… y muchas ganas, porque requiere bastante esfuerzo.

¿En qué área de la cinematografía te interesa especializarte?  
Estoy muy enamorada del cine documental y me interesa seguir profundizando en éste género como realizadora.

¿Cuáles ventajas destacarías del cine de RD? 
Nuestra cultura es un caldo de historias curiosísimo e inagotable y actualmente vivimos una especie de “boom cinematográfico” en el país, gracias a los incentivos legislativos y fiscales implementados desde hace unos años. Lo mejor es que ya empiezan a salir proyectos de autor interesantísimos, más allá de la proliferación de obras de carácter más comercial.
Todo esto está haciendo que la industria se afiance y que los realizadores empiecen a experimentar más… Aquí prácticamente está todo aún por hacer y hay muchísimo camino por andar.

¿Se puede comparar al cine dominicano con el del país en que resides? 
Siempre hay que salvar las diferencias por la historia y la trayectoria de ambos países en el audiovisual. Pero tal vez cierto tipo de cine que podría compararse en algunos aspectos como las temáticas, el comportamiento del público o el valor de producción.
A nivel de contenido, está claro que los autores españoles son mucho más arriesgados con los temas, estética, narrativamente y profundizando en la búsqueda de un lenguaje cinematográfico propio.Confío en que a medida que se siga ganando experiencia y valor, nuestros autores también desarrollen estos aspectos.

¿Piensas regresar al país? 
En este momento estoy produciendo en el país mi primer largometraje como realizadora.
Aún no sé si volveré a residir de forma definitiva en R.D., pero tengo clarísimo que quiero seguir desarrollando proyectos allá y trabajar junto a mis colegas dominicanos para que nuestro cine siga creciendo y rompiendo barreras.

¿Qué deseas para nuestro cine? 
El cine, además de entretenimiento, puede ser un medio para que en nuestra sociedad el arte se convierta en escuela, reflexión, ventana y medicina.
Ese es el camino que me gustaría que nuestro cine vaya tomando.

DETRÁS DE CÁMARA
Esta cineasta se dedica a la producción y realización de proyectos culturales y cine. Es egresada de la Escuela de Artes de UNAPEC, la Escuela Nacional de Arte Dramático de Santo Domingo, y posee un Máster en Gestión Cultural e Historia por la Universidad Sorbona de París.
Como cineasta se ha formado en talleres internacionales de la ECAM, EICTV y NYU.
Entre los proyectos que ha formado parte se destacan los largometrajes El Cosmonauta, El Rey de la Habana (en preproducción) y Journey to Ithaca; varios cortometrajes, especiales de televisión y eventos como MTV European Video Music Awards, Latin Grammy Awards, Lisboa 2014 Champions League Final Ceremony, DocumentaMadrid, AniMadrid y Premios Buero de Teatro Joven.
También ha sido conferencista en el BCCN Creative Commons Film Festival y la Semana Joven de Logroño, y mantiene colaboraciones para diversos medios de comunicación en República Dominicana.
En la actualidad está en la etapa final de producción del largometraje documental La Isla sin Mar (Premio Fonprocine 201 2e Ibermedia Desarrollo 2013), su opera prima como realizadora, a la vez que desarrolla nuevos proyectos con su productora 1981 Cinema Collective.  

Texto original en Ventana, de Listin Diario:
La soñadora con los pies sobre la tierra