¡Pinturas por cheles en la calle El Conde!

ARTES VISUALES

¿CUÁL ES LA OFERTA QUE PRESENTAN LOS VENDEDORES DE PINTURAS EN ESTA VÍA?

Indhira Suero 

El vendedor llama al turista y le dice: “Venga y vea las pinturas, disfrute mi amigo”. El extranjero se acerca y se asombra por los colores y formas de los cuadros, compra una de las mercancías del comerciante y sale satisfecho porque, a su juicio, se lleva una obra de arte que representa a la República Dominicana.

¿Pero se puede llamar arte a las pinturas que se ofrecen en El Conde? ¿Es en realidad la cultura dominicana que promueven, o como algunos afirman, arrabalizan una de las principales vías y punto de referencia para el turista? Sobre el tema opinan vendedores, turistas y pintores reconocidos.

Así me gano la vida
Gonzalo Rojas es uno de los vendedores de pinturas de la calle El Conde. Todos los días coloca sus cuadros en la pared y se dispone a recibir a los interesados en comprar su mercancía. En esa rutina lleva 21 años de los que afirma le ha ido muy bien.

Sobre lo que ofrece asegura que es una forma de los turistas decorar su casa y una manera de que conozcan la cultura dominicana.

“Los ‘taínos’ se presentan como los cuadros más vendidos, le siguen el paisaje y el bodegón. Algunas de las pinturas las hacemos nosotros y las demás las compramos a los otros pintores que pueden ser haitianos o dominicanos. El precio varía desde los 100 pesos  hasta los 9, 000 u 11,000 pesos”.

Mientras Gonzalo Rojas ha pasado 21 años de su vida en este oficio, Marcio Alcántara, con tan solo tres años de trabajo,  podría ser considerado un experto que conoce al dedillo su mercancía. Con seguridad señala cada uno de los cuadros que, apilados en una esquina, conforman su modo de vida: los taínos, los mercados, las morenas, las africanas, las caritas y las marinas.

“Puede ser que algunas veces vendamos cuadros que no pertenecen a esa gama, por ejemplo hay pintores como Luis Gutiérrez que no son baratos ni muy caros, pero la mayoría de los que conforman nuestra mercancía tienen el estilo de taínos y mercados porque eso es lo que demandan los turistas que son quienes más visitan esta calle y a ellos está dirigida nuestra venta, cuando no hay turismo esto se cae”, asegura Alcántara.

El comerciante se muestra muy claro al afirmar que lo que vende no es arte. De acuerdo a sus palabras “esto es artesanía porque el turista se lleva un souvenir de República Dominicana, pero no tiene importancia artística”. Sobre los que dicen que solo se venden pinturas haitianas  Alcántara  declara que es mentira: “Hay artistas haitianos que viven aquí que son los que hacen las pinturas que tienen muchas caritas y colores porque esa es su especialidad, pero la mayoría de las obras que vendemos son dominicanas, no haitianas”.

Dice la gente
En 1966, Santos Acevedo empezó a trabajar en El Conde y, desde ese entonces, ha visto a los vendedores de cuadros ofrecer sus pinturas. Acevedo es un fiel creyente de que la gente de algo tiene que sobrevivir. “El difunto Peña Gómez decía sobre los buhoneros que si los quitaban los estarían mandándo a robar. Y es que una persona puede pasar un día sin comer, pero los siguientes son duros, quizás algunos digan que los cuadros se vean feos y lo comprendo, pero a la gente hay que darle la oportunidad de vivir honestamente de lo que sabe”

Los turistas opinan
Jean Kelly y Maude Frank son una pareja de turistas franceses que se hospeda en Punta Cana; al bajar a la ciudad lo primero que hicieron fue visitar El Conde y quedaron encantados con los cuadros.

Para Frank, las pinturas son muy bellas y los colores y las formas le atraen debido a que las considera interesantes. Su esposo asegura que hay que alejarse para ver las pinturas porque los colores parecen salir del cuadro y sorprender a quien los ve, Kelly declara que le gustan porque en ellos ven la cultura dominicana.

El debate
Antonio Guadalupe, presidente del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP), considera que hay una proliferación de pinturas haitianas en el Conde y que la manera en que las colocan arrabalizan esta vía y declara que esta situación viene desde hace muchos años por lo que las autoridades deberían ponerle freno.

“Hay muchos inocentes y muchos culpables, pero debería haber un espacio específico para cada pintura. Tenemos una de nuestras calles más importantes muy arrabalizada y al vender estas obras a los turistas se está confundiendo el arte dominicano. Todo esto nos atrasa porque esa pintura es de una calidad dudosa”, asegura.

Guadalupe afirma que el “arte dominicano popular” no existe porque sus artistas deberían de estar más organizados por la Dirección de Arte Popular del Ministerio de Cultura. Se está confundiendo el trabajo de los artistas dominicanos con  el haitiano .

Según Guadalupe, el Ayuntamiento, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Turismo son los responsables, no los artistas: “Esa gente les paga al Ayuntamiento y si les está cobrando no tendrán la intención de quitar esa venta.  No estoy en contra de los vendedores, solo pienso que esto debería ser más organizado. Ellos quieren ganarse su vida y es lícito que lo hagan”. 

FALSIFICACIONES Y CALIDAD DUDOSA
La pintora Elsa Núñez asegura que en esta calle se han descubierto obras falsas de ella y otros pintores de larga trayectoria.

“Se están vendiendo muchas imitaciones, tengo tres obras falsificadas; son plagios de obras mías y lo lamentable es que no hemos logrado que pongan cartas sobre el asunto. Eso no me ha pasado a mí solamente, también se han encontrado cuadros de Tete Marela, Cándido Bido , Yoryi Morel, Dionisio Blanco, Amaya Salazar, Domingo Liz y Luis Ortega”.

De acuerdo a Núñez, la justicia no ha actuado como debiera y esto le hace daño al artista porque se venden muy baratas obras que a ellos les cuestan años realizar.

“Encima de todo, las falsificaciones son muy malas, también se venden tiradas en el piso lo que denigra al artista.  Creo que se pierde la imágen del arte dominicano frente al turista y no es denigrar, pero debería establecerse qué es lo dominicano y qué es lo haitiano, porque ellos tienen otro idioma, otras vivencias,  lo que hacen es un tipo de pintura naif con mucho colorido y es lamentable que todavía el Ministerio de Turismo no ha hecho nada por ese problema”, asegura.

Juan Julio Bodden, director de la Galería de Arte Bodden, concuerda con sus colegas al afirmar que lo que se vende en la calle el Conde no es una pintura de gran calidad, ni define el arte nacional realmente. “Es una pena que no pueda dársele honor a quien honor merece; que el turista no pueda conocer lo que es el arte dominicano. Pienso que la solución está en que se deje claro las obras que son “arte haitiano hecho en República Dominicana” asegura Bodden.

Texto original: http://www.listin.com.do/ventana/2011/6/3/190758/Pinturas-por-cheles-en-la-calle-El-Conde