Sigue ahí, Bebo…

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Primera parte:  Ay Bebo 

Con tan solo cinco años, Yuniol Martínez Rosa, conocido como El Bebo por su madre y por los vecinos de su barrio como “el muchachito realengo que anda sucio y sin pantalones en la calle”, sabe decir malas palabras que empiecen con cada una de las letras del abecedario. Algo que, en cierto modo, puede ser signo de que posee un nivel de coeficiente intelectual muy alto, pero que difícilmente podría hacer que un grupo de científicos gringos le entregue una medalla y nombren una universidad en su honor.

Tampoco es que nuestro Bebo viva en un paraíso y que solo él y sus padres sean los Caínes. En el barrio de nuestro pequeño protagonista a cada rato ocurren intercambios de disparos entre grupos de delincuentes y la Policía; en al menos tres casas por calle sale una menor “preñá”; su vecina de al lado tiene dos hijos en la cárcel de la Victoria, y uno en el 15 de Azua; el del frente posee el grandioso récord de haber atracado a 25 personas en un mes y de poner tres veces al día la canción que dice: “no te pongas de remolón cuando te atraquen que te puyan”.

A los 15, El Bebo se auto designará como el “Papaupa del Barrio” cuando gane una pelea de machetes con un saldo de tres muertos y siete heridos. En su adolescencia encabezará el grupo de “menores que preparan y venden droga”, y que, por supuesto, cuenta con el apoyo de algunas manzanas (podridas) de la Policía. 

A los 16,  tras cumplir una pequeña condena por tirarle a una muchacha en el rostro un ácido del diablo, embarazará de mellizos a una menorcita de la calle ocho y tendrá tanta suerte que a los 17 embarazará a otra jovencita, esta vez de la calle nueve. Pero no debemos sentirnos mal por nuestro Bebo, como siempre contará con el apoyo de su familia, en especial de su padre que, después de darle tremenda “pela de lengua” a los padres de las menorcitas, les dirá que su hijo no va a mantener a nadie y que “aprendan a amarrar a sus gallinas cuando su gallo ande suelto”

Y así, queridos negritos, dentro de algunos años uno de los niños abandonados del Bebo recortará la foto de su padre en primera plana de un periódico, bajo el título de “Devuelven bienes al Papaupa de las Drogas”, y la pegará en su cuaderno, justo debajo de la tarea que le pedía poner su ejemplo a seguir.

Texto original:  http://www.listin.com.do/ventana/2014/8/9/333064/Sigue-ahi-Bebo