Vendo candados

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A Tomás Pérez Cabrera, o como mejor se le conoce “Patica Chiquita” (por un episodio ocurrido en los primeros años de su vida cuando robando de un zafacón en un residencial de la “high” un guardián le disparó en la pierna con su escopeta provocando un encogimiento de los ligamentos), la olla lo llevó a tal punto que no le quedó más remedio que ponerse a vender candados debajo del puente de la 27 con Gómez.

“Patica Chiquita” ofrece, de acuerdo a sus palabras, la seguridad de mantener sus pertenencias bajo llave a tan solo 200 pesos.

Nuestro héroe se tira a la calle, aprovechando los tapones (palabra utilizada en República Dominicana para definir el embotellamiento de carros debido a varias razones, entre ellas: los Amets, los guagüeros de todas las rutas, los chóferes malos que si calculamos bien serian el 90 por ciento y una que otra vez alguna discusión con un limpiavidrios) y con una capacidad extraordinaria de “muela” (término dominicano que se usa para definir el arte del convencimiento) se coloca frente a los vehículos y vocea : “El que quiera dormir seguro , que compre mis candaitos’; el que quiera dormir seguro, que compre mis candaitos”.

En una entrevista exclusiva a un chófer de la ruta 27 este opinó sobre la mercancía de “Patica Chiquita”: “Yo no sé si serán buenos, pero baratos si son habrá que comprarle uno pa’ probar”.

Y es que deben comprender que un buen dominicano nunca dejara pasar la ocasión de “intentar” con algo, ya sea un frío frío de procedencia dudosa, un chicharrón de procedencia aun más dudosa o algo tan simple como el caso que nos concierne : la seguridad.

Nuestro amable “Patica Chiquita” afirmó, que un buen día despertó y supo que había sido llamado por Dios para proteger a todos los dominicanos del mal. Asegura que sus candados no solo son baratos sino que son mágicos. Dice que desea que todos compren su mercancía pues, esta sería una excelente solución a los robos que ocurren a diario en los barrios “pobres” y en los residenciales de los “riquitos”.

El señor Patica Chiquita refiere que irá al mismo Palacio Nacional (al decirlo se le ilumina la cara con una sonrisa de oreja a oreja) y llevar sus candados al Presidente de la República: “Tor seguro que desde que le lleve eso todo se va a solucionar, lo’ ladrone’ van a tene’ que buca’ otra cosa que hacer porque no van a poder con mis candados”.

Y mientras tanto para no morir de olla vende sus candados relucientes, justo debajo del puente de la 27 con Gómez… Candados relucientes adornan las manos de un hombre que cojea entre los carros, justo debajo del puente de la 27…


Texto original en: http://www.listin.com.do/ventana/2011/7/15/195991/print